miércoles, 11 de mayo de 2011

Inedito

Pensar que llego con la voz entrecortada y las manos vacías.
Pensar que me voy con mis labios secos y la mirada triste.
Pensar que vas soñando con colores, queriendo querer a un unicornio.
Pensar que vienes con tus manos vacías y odiando el momento en que fui tu sueño.


Escondiendo las fresas que me ofrecía tu boca,
escudriñando en la dulce y fresca cosecha que te ofreció mi cuerpo.
Hundiéndote en las arenas de tu rencor,
sobreviviendo a la vaguada inoportuna y profunda de mi dolor.


Vas poco a poco y sin mucha prisa matando el arco iris de mis sueños,
mientras tu vas viviendo y alimentándote de mis recuerdos.


Quiero irme a surfear con tu alma, turbia y perturbada.
Quiero dormir cerquita de tu implacable dolor.
Quiero besar sin parar y sin vergüenza tu orgullo,
y por ultimo terminar revolcándome en la cama con tu corazón ya roto.


No pidas perdón, ¡No soy Dios!
No reclames piedad, ¡No la mereces!
No reacciones con dramatismos por que desde hace mucho,
no salgo con basuras de actores como ¡Tu!


No me veraz llorar de nuevo lagrimas que me desgarran cada vez mas,
no te veraz como un ogro infeliz y desgraciado gritándome cada vez que quieras.
Volveré a reír sin parar de la vida con mirada hacia el futuro y nada mas,
volverás a mi frente con cara de perro regañado a pedirme que regrese.


Te darás cuenta de que no sirves,
me daré cuenta de lo importante que soy en tu vida.
Me pedirás amor suplicándome perdón y que regrese a tu cama;
me daré la vuelta y mirándote a los ojos con la mirada fuerte solo te diré:

Basta. ¡ ADIÓS!